jueves, 22 de septiembre de 2011

Anti-teaching - Michael Wesch

Leyendo el texto de M. Weisch "Anti-enseñanza: confrontando la crisis del sentido", he hecho algunas anotaciones al margen que comparto aquí con ustedes.
Estoy de acuerdo con el concepto de que somos las instituciones y los docentes quienes debemos adaptarnos a nuestro alumnado, y no al revés. En nuestro sistema educativo estamos restringidos, no sólo desde el tema de la currícula (un programa que debe cumplirse, que no deja tiempos para añadir temas fuera de programa, que no nos da mucho espacio para ser creativos o para adaptarnos a las necesidades de nuestros muchachos) sino hasta por la disposición del mobiliario en los salones, con filas de asientos de cara a un escritorio, donde todo está dado para que el docente dé cátedra (convengamos que para una clase de 45 minutos reacomodar todo esa disposición y volverla a su lugar original antes de que entre otro docente, nos quitaría demasiado tiempo y nos sería imposible plantear nuestra propuesta de trabajo y llevarla a cabo como se debe).
Encuentro difícil (aunque no imposible) cambiar la mentalidad de las instituciones, los docentes y los alumnos... Weisch nos habla de "enfocarse en la calidad del aprendizaje, en lugar de la calidad de la enseñanza", lo cual implica cambiar radicalmente de perspectiva. Mi pregunta es: ¿Estamos preparados para hacerlo?
Weisch también habla de inspirar buenas preguntas... ¿cómo manejar esto con un programa a seguir que no siempre es lo suficientemente flexible como para adaptarse a las necesidades de nuestros estudiantes? Esto implicaría darnos a los docentes y alumnos cierta autonomía sobre qué enseñar, o mejor dicho, qué aprender. No estoy segura de si nuestras instituciones están preparadas como para darnos esa autonomía... o si tenemos el coraje de apropiarnos de esa autonomía, sin importarnos qué opinen de ello las instituciones...
He observado a través de años de práctica docente que la mayoría de los muchachos, e incluyo aquí a mis hijos inclusive, se rige por la "ley del mínimo suficiente", es decir, hacen lo mínimo necesario para aprobar una asignatura, buscan llegar a una calificación suficiente para no tener que rendir examen, y no aspiran a más. Han perdido la curiosidad innata que tiene todo niño por aprender, por saber más, y eso me parece muy triste...
Cuando Weisch habla del concepto de "Nave Espacial Tierra (Spaceship Earth)", los datos que brinda son realmente asombrosos... y me surge otra pregunta: ¿cómo concientizar a nuestros alumnos de esta realidad, de que de ellos depende el futuro de la raza humana? ¿sentirán que ya no pueden hacer nada para cambiarla? ¿o que es una tarea titánica que no se sienten capaces de llevar a cabo? ¿se sentirán motivados a hacer algo para forjar un futuro mejor? ¿o el sentido de inmediatez con que vivimos hoy día no les permitirá ver hacia el futuro a largo plazo?
En resumen, hay que "abrir cabezas", siento que nos falta mucho para llegar a lo que Weisch intenta aplicar... Espero, para bien de nuevas generaciones, que no nos falte tanto... Depende de todos nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario